Tercera Parte
por Martin y Deidre Bobgan
[N.d.T: La expresión “sanadores interiores” utilizada en varias partes de este artículo, proviene de la expresión original “inner healers”, y significa precisamente eso. Aunque no sea común su uso en el español, preferimos traducirla en forma textual por no encontrar un equivalente apropiado en dicho idioma.]
En la Primera y Segunda Parte lidiamos con cuatro ingredientes esenciales de la sanidad interior. Ellos son el inconsciente, el pasado, el mal uso de la memoria, y la activación de las emociones. La Parte Tres tiene que ver con la imaginería, que es el quinto ingrediente de este guisado anti bíblico denominado “sanidad interior”.
Imaginería
La práctica con el mayor potencial de daño utilizada por los sanadores interiores y por algunos psicoterapeutas es la de la imaginería. Existe una imaginería natural en la mente de todos. Sin embargo, el tipo de imaginería utilizado a menudo por los sanadores interiores proviene del ocultismo. Existen tres técnicas (prácticas) usadas por los alquimistas mentales (ocultistas) para manipular la realidad de la mente. Ellas son:
- El pensamiento – la actitud mental positiva de cambiar las circunstancias con el pensar.
- El hablar – el mantra o la confesión positiva.
- Visualizar o imaginar – imaginar con la mente.
La más poderosa de estas tres prácticas ocultistas es la de la imaginería o visualización. Todos los sentidos tienen imágenes. Las imágenes del tacto, el sonido, el olfato, y el gusto se pueden formar, pero no son tan poderosas como las imágenes creadas a través de la visualización.
Bases bíblicas
El tema predominante de los sanadores interiores es revivir los primeros años de vida (principalmente la niñez, pero algunas veces incluso la vida pre natal) con Jesús. ¿Por qué? Porque los sanadores interiores creen que los traumas no resueltos de los primeros años siguen plagando al creyente en el presente, y por lo tanto impiden la santificación. Según ellos, existe una razón virtuosa y espiritual para esta clase de visualización. Sin embargo, no existen bases bíblicas para este tipo de sanidad interior. La Biblia trata con la verdad, e incluso advierte contra las imaginaciones que podrían interferir con conocer a Dios como Él es, en vez de lo que uno podría imaginar (2 Co. 10:5). La Biblia se enfoca en la santificación personal, pero en ninguna parte de la Biblia se permite o insinúa una actividad tal como visualizar o crear una imagen de Jesús.
La Sanadora Interior Rita Bennett dice:
Al orar, Jesús hace que vuelva a usted lo que Él quiere sanar. Usted, la persona herida, visualiza la escena con la mayor claridad posible. Quizás recuerde lo que vestía, dónde estaba sentado o parado, algo que olió o gustó, y especialmente qué y cómo se sintió. Recuerde que las memorias y emociones están permanentemente unidas, por lo que revisualizar la escena claramente en base a su memoria le pondrá en contacto con sus sentimientos, para que permita que Jesús les sane.1 (Énfasis añadido).
¿Y quién es este Jesús visualizado? Según los sanadores interiores, el Jesús visualizado es el verdadero Jesús. Como uno de ellos dice, “El Dios omnipresente se convierte en Su presencia manifiesta”. Repetimos: ellos creen que el Jesús visualizado es el verdadero Jesús.
Dave Hunt dice en su libro Occult Invasion (Invasión Ocultista):
La visualización se ha convertido en una herramienta importante también entre los evangélicos – lo cual no purga su poder oculto. [David] Yonggi Cho la ha convertido en el centro de su enseñanza. De hecho, él declara que nadie puede tener fe a menos que visualice aquello por lo cual está orando. Sin embargo, la Biblia dice que la fe es “la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Por consiguiente, la visualización, el intento de “ver” la respuesta de la oración personal, obraría en contra de la fe en vez de favorecerla. No obstante, Norman Vincent Peale declare, “Si una persona visualiza conscientemente estar con Jesús, esa es la mejor garantía que conozco para mantener la fe”…
Sobre Cristo, Pedro dijo, “a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso” (1 Pedro 1:8). En el versículo anterior se refiere a la futura “manifestación de Jesucristo”. De igual forma, Juan dice “cuando él se manifieste” (1 Juan 3:2), y Pablo dice que ama “su [futura] venida” (2 Timoteo 4:8). Visualizar a Jesús parecería ser un intento anti bíblico de hacer que Él se manifieste antes del tiempo adecuado – a menos, por supuesto, que uno enfatice que se trata sólo de la imaginación. Pero quienes están involucrados atribuyen resultados a este proceso que difícilmente podrían explicarse como el resultado de soliloquios fantasiosos.
Es más, un “Cristo” que tome el color de cabello o de ojos, y cualquier apariencia que satisfaga al visualizador, no es el verdadero Jesús de la Biblia y la historia. Entonces, ¿quién es esta entidad que se manifiesta en respuesta a esta técnica ocultista para engañar a los creyentes?2
El libro de Alan Morrison, titulado The Serpent and the Cross: Religious Corruption in an Evil Age (La serpiente y la cruz: Corrupción religiosa en una era perversa) incluye un capítulo titulado “Sorcerous Apprentices: The Mind-Sciences in the Church Today” (Aprendices de brujería: Las ciencias de la mente en la iglesia contemporánea). Un subpunto de ese capítulo se titula “In Your Mind’s Eye: The Occult Art of Visualization” (En el ojo de tu mente: El arte ocultista de la visualización), y es un deber leerlo para todos quienes quieran aprender sobre las raíces y los promotores de la visualización en la iglesia. Las siguientes citas provienen de esa sección:
Es fundamental para nuestro estudio el hecho que el desarrollo de la imaginación a través de ejercicios de “visualización” es una de las técnicas ocultistas más antiguas y usadas para expandir la mente y abrir la psiquis a nuevas (y prohibidas) aéreas de consciencia.3
La práctica de la visualización puede usarse en diversas formas, pero todas están dentro de tres áreas principales. Primero, pueden usarse para proveer una puerta hacia lo que los psicólogos denominan “un estado poco común de consciencia”. Segundo, pueden usarse como un medio hacia algo denominado “Sanidad Interior” o “Sanidad de las Memorias”. Tercero, pueden proveer un instrumento para la manipulación y la recreación de la materia y la consciencia.4
La mayoría de las personas que son seducidas hacia la práctica de la visualización – especialmente dentro de la Iglesia – no tienen la más mínima idea de las metas ocultistas que yacen en sus raíces. A pesar de las atracciones y beneficios inofensivos que ponderan sus promotores, la visualización es principalmente una puerta que permite la infiltración demoníaca en la consciencia humana – un engaño que al presente se está implementado a gran escala.5
Esta confusión de un Jesús imaginario con la verdadera Persona de Cristo es el error fatal de todo el proceso psicoterapéutico de la visualización, del cual diremos más a la brevedad. ¡Qué conveniente resulta invitar al Jesús de nuestra propia imaginación a las escenas en las cuales los pecados pueden perdonarse sin arrepentimiento – no sólo los de aquellos que se han equivocado con usted, sino los suyos propios!6
Aquí se puede formular otra pregunta: si cada uno de estos “cristos” visualizados no es el Cristo objetivo y resucitado de las Escrituras, entonces ¿quiénes o qué son las entidades conjuradas en las imaginaciones de los creyentes profesantes y otros que son estimulados por los psicoterapeutas cristianos a fantasear con estas imágenes? La plena verdad es que no difieren prácticamente de aquellos “espíritus guías” del visualizador secular.7
¿Cuál entonces debería ser la respuesta de los creyentes sobre el uso de las visualizaciones que implican la imagen de Jesucristo? La principal preocupación debería ser que este tipo de actividad está específicamente prohibida y se advierte contra ella en las páginas de la Biblia. Es un hecho solemne que cada representación figurativa de Dios contradice su ser; y aunque no deseamos oscurecer el hecho que Jesús (como Dios manifestado en carne) fue un verdadero ser humano, el conjurar una imagen visualizada de Cristo con el propósito de la manipulación mental ciertamente es una grosera forma de idolatría. Lo último que un creyente debería hacer es relacionarse con dichas imágenes en su imaginación con el fin de recibir guía para su vida o acrecentar su fe.8 (Negritas añadidas).
Charles Hodge dijo: “La idolatría no sólo consiste en la adoración de dioses falsos, sino también en la adoración del Dios verdadero por medio de imágenes”.9 J. I. Packer dice que “las imágenes deshonran a Dios ya que oscurecen su gloria”. “Inevitablemente ocultan la mayoría, o toda, la verdad sobre la naturaleza y carácter personal del Ser divino a quien representan”.10 Packer también dice:
Si usted habitualmente enfoca sus pensamientos en una imagen de Aquel a quien ha de orar, llegará a pensar en Él, y orará a Él, ya que la imagen lo representa a Él. Por tanto, en este sentido se “inclinará” y “adorará” su imagen; y al punto en el que la imagen falle en decir la verdad sobre Dios, a ese punto usted fallará en adorar a Dios en verdad. Es por eso que Dios nos prohíbe usar imágenes en nuestra adoración.11
Imaginar a Dios en nuestras mentes puede ser quebrantar el segundo mandamiento al igual que lo es imaginárnoslo por la obra de nuestras manos.12
Todas las imágenes de Dios hechas por el hombre, ya sean materiales o mentales, toman prestado del almacén pecaminoso de un mundo impío, y están condenadas por tanto a estar fuera de lugar en el mundo santo de Dios. Hacer una imagen de Dios es pensar en Dios en base a los recursos humanos, en lugar de en base a Dios mismo; y esto es precisamente lo que está mal con el producir imágenes.13
Bases científicas
Dentro de este marco teórico del inconsciente y pasado como determinantes del comportamiento, la práctica y el uso de la imaginería a menudo produce emociones catárticas. Pero es con el uso de la imaginería o visualización que uno puede decididamente pasar el uso normal (natural) de la imaginación a una práctica ocultista. Es particularmente el conjurar una imagen de Jesús lo que puede hacerlo algo ocultista. Esto es exactamente lo que hacen los chamanes. Ellos buscan espíritus guías por medio de estados alterados de la consciencia (ASC) para poder alcanzar ciertas metas. El chamán a menudo consulta su espíritu guía e incluso realiza un viaje con el mismo. El Jesús del sanador interior difiere del verdadero Jesús, pareciéndose más bien a un espíritu guía ocultista.
Imaginería guiada / Hipnosis; Consejero interior / Chamanismo: David Bressler, licenciado, y Martin Rossman, médico, usan y enseñan considerablemente la imaginería. El Dr. Bressler habla sobre la relación entre la imaginería guiada y la hipnosis: “Son lo mismo”. Bressler y Rossman, en su taller sobre “El consejero interior en la práctica clínica”, animan a tener un diálogo con la figura de una sabiduría interior. Bressler dice, “Es como yo entiendo la esencia del chamanismo”.14
Se refieren a la misma como a un chamanismo contemporáneo. ¡El chamanismo es brujería! A Bressler y Rossman no les interesa qué figura de sabiduría usted use. Les da lo mismo que sea Jesús. De hecho, Rossman dice que la guía interior más usada por los católicos es el Santo Ángel Guardián. ¿Cuál es la diferencia entre la práctica chamanista de usar cualquier figura de imaginería, incluso a Jesús, y algunos creyentes que le piden que se imagine a Jesús? O, ¿la imaginería tal y como la usa David Yonggi Cho en su libro The Fourth Dimension (La cuarta dimensión) difiere de la imaginería usada por Bressler, Rossman y una miríada de maestros de imaginería fuera de la iglesia?
Hipnosis: “El ingrediente activo en la hipnosis es la imaginería”, declara Daniel Kohen, médico, Director Asociado de Comportamiento Pediátrico en el Centro Médico Infantil de Minneapolis.15 La doctora Jeanne Achterberg dice, “Desconozco cualquier diferencia real entre hipnosis e imaginería”.16 (Negritas añadidas)
William Kroger dice, “Las imágenes que usted usa son la forma más potente de terapia”. Sugiere que las malas imágenes le enferman, y las buenas le sanan. Kroger cuenta cómo incrementa el poder de la imagen. Dice:
Ahora damos una imagen en cinco sentidos, ya que una imagen en cinco sentidos hace la imagen más potente. Cuanto más vívida sea la imagen, más pronto se implementa el condicionamiento.17
Robert Baker argumenta que “cuanto mayor o mejor sean los poderes del individuo para la imaginación o la fantasía, más fácil le será ser hipnotizado y demostrar todos los comportamientos que otros normalmente asocian o adjuntan al fenómeno de la hipnosis”.18
Existen usos comunes y legítimos de la imaginación. Por ejemplo, uno puede ver mentalmente lo que ocurre mientras lee una historia o escucha a un amigo describir algo. La imaginación y la visualización son actividades normales para crear obras de arte y para desarrollar diseños arquitectónicos, e incluso teorías científicas. Sin embargo, la imaginación por sugestión también puede enfocarse en llevar al individuo a un estado alterado de consciencia, el cual llega a ser más poderoso que la realidad. Otro uso peligroso de la imaginería, ya sea estando en trance o no, es intentar manipular la realidad por medio del poder mental enfocado o al conjurar un espíritu guía. Algunas personas son guiadas a imaginar un lugar tranquilo y hermoso, y una vez que mentalmente están allí, son sugestionadas para que esperen a un ser especial (persona o animal) quien les guiará y revelará información importante para sus vidas. Esa es una forma de chamanismo, y conjurar una imagen de Jesús, como lo hace el Ministerio de Oración Teofóstico, puede ser considerado chamanismo.
Víctima versus pecador
Además del daño potencial causado por el uso del inconsciente, el pasado, el mal uso de la memoria, la activación de las emociones, y la imaginería, un resultado notoriamente anti bíblico de la sanidad interior es su propensión a tratar a los humanos como víctimas en vez de pecadores. Los sanadores interiores y aquellos que les acompañan perpetuamente ven la paja en los ojos de los demás, en vez de ver la viga en sus propios ojos. Los sanadores interiores no sólo estimulan el rol de víctima, sino que tienen una preocupación compulsiva con el mismo. El sanador interior le pide al individuo que haga hincapié en “sus heridas”, “su niño interior”, en aquello en lo que fue maltratado por otros, etc. — todos roles de víctima. Si uno contara todos los versículos bíblicos que consideran al hombre como víctima (contra la cual alguien pecó) y como pecador, la relación sería de 100 a 1 a favor del hombre como pecador.
¿Por qué es que los sanadores interiores siempre hacen incapié en las heridas recibidas en vez de las heridas propiciadas? Si usted verdaderamente quiere confundir a un sanador interior, dígale que quiere lidiar con sus propios pecados antes de pensar en los de los otros, y que primeramente quiere pensar en todas las alegrías del pasado y agradecer a Dios por ellas, antes de hacer cualquier otra cosa. Eso podría poner a todos los sanadores interiores en un estado de pánico, es decir, a menos que acusen al individuo de vivir en la negación, o esperarán el tiempo oportuno para exhortarle a realizar un viaje hacia el oscuro pasado del viejo hombre, el cual los creyentes deben considerar como muerto.
¿Pruebas?
El uso del inconsciente, del pasado, el mal uso de la memoria, la activación de las emociones, y la imaginería por parte de los sanadores interiores consiste en intentos falsos y carnales de lidiar con problemas espirituales. Cuando alguien funciona en una forma carnal en el campo espiritual, existe una apertura a los pecados de la carne e incluso a los espíritus demoníacos. La Dra. Gumprecht dice en su libro Abusing Memory (Abusando de la memoria):
El criterio de [Agnes Sanford’s] con respecto a la verdad era “¿Funciona?” No era “¿Qué dice la Palabra de Dios?” Ella escribió, “La religión es una experiencia de Dios. La teología es meramente un intento por explicar la experiencia”.19 J. Gresham Machen denominó esto misticismo: “Misticismo es la exaltación consciente de la experiencia a expensas del pensamiento”.20, 21
Nadie conoce los resultados a largo plazo de las prácticas de los sanadores interiores. Toda vez que se proclama algo radical, como lo hacen los sanadores interiores, se deben exigir pruebas radicales. Más allá de los testimonios personales, no existe investigación científica que haya establecido la eficacia de cualquiera de las ramas de la sanidad interior.
Los creyentes deberían apartarse de aquellos sanadores interiores que usan los métodos aquí descritos. Si usted quiere un verdadero cambio interior, eleve la oración que Dios siempre responde: “Tu voluntad sea hecha” en mi vida. Luego haga dos cosas que son mucho más productivas que cualquier seminario de sanidad interior que conozcamos: sencillamente “confíe y obedezca… ya que no hay otro camino”.
Teología experimental versus la Palabra de Dios.
Estamos en la época de la teología experimental – una teología emocional. La teología con demasiada frecuencia se forma en base a experiencias personales. Existe un apartarse de la orientación de la Palabra, y un acercarse a la orientación de las emociones, apartarse de la Palabra como base de la teología a cambio de los sentimientos como base de la teología. La teología experimental rara vez se iguala a la teología bíblica. De hecho, la experiencia humana a menudo es el peor enemigo de la revelación divina.
A pesar que los escritores más populares del movimiento de sanidad interior incluyen tanto hombres como mujeres, nuestra observación es que la abrumadora mayoría de participantes son mujeres. Leímos un libro secular titulado Perspectivas sobre la Nueva Era. En base a lo que los autores dicen, es obvio que el número de mujeres involucradas en el movimiento de la Nueva Era es altamente superior al de los hombres. Un escritor dice: “He argumentado que la Nueva Era apela a las mujeres debido a que valora conceptos que tradicionalmente han sido atribuidos a las mujeres (e.g., intuición, cuidados maternales, etc.)”22
El uso del inconsciente, del pasado, el mal uso de la memoria, la activación de las emociones, y la imaginería son todos intentos carnales y experimentales de tratar con problemas de la vida, no sólo en la sanidad interior, sino en una multitud de otras actividades individuales y grupales en las cuales los creyentes no deberían involucrarse. Si cedemos ante la experiencia, nuestra experiencia dictará nuestra teología. Tendremos otro Cristo (creado por medio de la imaginería mental), otro espíritu (sensaciones emocionales), y otro evangelio (salvación a través de convertirnos en víctimas y santificación a través de la catarsis).
¡Que Dios nos libre de dicha tontería!
Notas finales
[1] Rita Bennett. You Can Be Emotionally Free. Old Tappan, NJ: Fleming H. Revell Company, 1982, pp. 77, 78.
2 Dave Hunt. Occult Invasion. Eugene, OR: Harvest House Publishers, 1998, pp. 180-183.
3 Alan Morrison. The Serpent and the Cross: Religious Corruption in an Evil Age. Birmingham, UK: K & M Books, 1994, p. 426.
4 Ídem., pp. 426, 427.
5 Ídem., p. 432.
6 Ídem., pp. 440, 441.
7 Ídem., p. 443.
8 Ídem., pp. 447, 448.
9 Charles Hodge, citado por J. I. Packer. Knowing God. Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1993, p. 39.
10 J. I. Packer. Knowing God, p. 40.
11 Ídem., p. 41.
12 Ídem., p. 42.
13 Ídem., pp. 43, 44.
14 David Bressler y Martin Rossman, “The Inner Advisor in Clinical Practice” taller.
15 Daniel Kohen, Prevention, July, 1985, p. 122.
16 Jeanne Achterberg. “Imagery in Healing: Shamanic and Modern Medicine, Mind & Supermind” conferencia, Santa Barbara, California, 9 de febrero, 1987.
17 William Kroger. “Healing with the Five Senses,” audio M253-8. Garden Grove, CA: InfoMedix.
18 Robert Baker. They Call It Hypnosis. Buffalo: Prometheus Books, 1990, p. 19.
19 Agnes Sanford. The Healing Touch of God. New York: Ballantine Books, 1983, p. 2.
20 J. Gresham Machen. What Is Faith? Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1962, p. 35.
21 Jane Gumprecht. Abusing Memory. Moscow, ID: Canon Press, 1997, p. 26.
22 James Lewis and J. Gordon Melton. Perspectives on the New Age. Albany: State University of New York Press, 1992, p. 188.